El libro como un gadget de última tecnología
Si creías que el libro es un soporte de información agotado, o al menos su modelo, puede que te llevés una sorpresa. Si en un intento de marketing poco convencional —por así decirlo, de fantasía—, se lo presentara con la terminología adecuada y convenientemente maquillado, el libro es perfectamente capaz de resistir la comparación con los aparatos informáticos más modernos. Más de un distraído podrá incluso hasta querer comprarlo, como si se tratara del último modelo del iPod.Lean si no me creen:
Presentamos el nuevo aparato de Líneas Informativas Basadas en Reconocimiento Óptico (LIBRO).Con esta presentación tan de moda, ¿verdad que querrías tener uno?
El LIBRO supone un gran avance tecnológico: sin cables, sin baterías, sin nada que deba conectarse o encenderse. Su manejo es tan sencillo que hasta un niño puede utilizarlo. Compacto, portátil, puede usarse en cualquier sitio incluso si nos hallamos en un sofá junto a la chimenea y aun así es lo bastante potente como para contener tanta información como un CD-ROM.
He aquí cómo funciona: El LIBRO se confecciona a partir de una secuencia numérica de hojas fabricadas con derivados de la madera finamente comprimidos, conocidos también como papeles (reciclable), cada uno de los cuales es capaz de contener millares de bits de información. Las páginas se unen mediante un artefacto denominado cartivana, que mantiene las hojas en su correcta secuencia. La llamada Tecnología del Papel Opaco (TPO) permite a los fabricantes utilizar ambas caras de la hoja, con lo que se duplica la densidad de información y se reducen los costos.
Los expertos se hallan divididos en cuanto a las perspectivas de futuros aumentos de la densidad de información; por el momento los LIBROS que contienen mayor información sencillamente utilizan más páginas. Cada una de las páginas se analiza ópticamente y la información resultante queda directamente registrada en el cerebro humano.
Cualquier movimiento a través del flujo informativo se lleva a cabo de forma digital: un leve gesto con el dedo le lleva a uno a la página siguiente.
El LIBRO puede utilizarse en cualquier momento mediante el mero hecho de abrirlo.
Al LIBRO no le afectan golpes o caídas ni precisa un ocasional reinicio, aunque, al igual que otros artefactos de visualización de datos, puede resultar inutilizable si se deja caer al agua.
La función de búsqueda le permite a usted trasladarse de manera instantánea a cualquier página y avanzar y retroceder como desee. Muchos incluyen una función llamada índice que indica con gran precisión la situación exacta de cualquier información seleccionada para su instantánea localización. Un accesorio opcional, el señalador, le permitirá abrir el LIBRO en el sitio exacto en que lo dejó en una sesión previa, incluso aunque usted hubiera cerrado el LIBRO. El señalador se adapta a los criterios universales de diseño; por tanto, un único señalador puede utilizarse en LIBROS de distintos fabricantes. Y a la inversa, en un mismo LIBRO pueden utilizarse numerosos señalador si el usuario desea registrar varios aspectos a la vez. El número de éstos queda limitado tan sólo por el número de páginas del LIBRO.
También puede usted introducir notas personales junto a las entradas del LIBRO mediante unas herramientas de programación, los Ligeros Artilugios Para Introducir Conceptos Especialmente Señalados (LÁPICES).
Portátil, duradero y asequible, el LIBRO está teniendo una excelente acogida y se lo considera precursor de toda una nueva ola de entretenimiento. Además, sus atractivos son tan evidentes que miles de creadores de contenidos se han comprometido a dedicarse al género y, según se cuenta, los inversores son numerosísimos. Cabe esperar muy pronto una verdadera oleada de nuevos títulos.
Tomado (con pequeños cambios) del blog de Nicolás Fantino.
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